Uno está tan satisfecho, tan pagado de sí mismo y es tan vanidoso que sigue convencido de que Dios le vigila y guía sus pasos.
Otro espera humildemente que dios siga sin hacerle caso.
Uno está tan satisfecho, tan pagado de sí mismo y es tan vanidoso que sigue convencido de que Dios le vigila y guía sus pasos.
Otro espera humildemente que dios siga sin hacerle caso.