En una esquina, al lado del baño público, una pelirroja exuberante deja caer con gracia un gran bolso que esconde con pudor un móvil que se carga en el único enchufe de la sala. Salta a la vista que la chica ni conoce, ni provoca, ni controla su involuntaria actitud, pero es, ni más ni menos, la de una pelirroja exuberante con un bolso relajado en una esquina al lado de la entrada de un baño público para caballeros.
Apariencias engañosas
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